Anverso
Titulatura del anverso: HERV[E]VS H[V]GO REX, (H ET E LIÉS ET V ET E LIÉS).
Descripción del anverso: Croix cantonnée aux 2 et 3 d'un besant.
Traducción del anverso: (Hervé, Hugues roi).
Reverso
Titulatura del reverso: BELVACVS CIVITAS.
Descripción del reverso: Monogramme carolin (KAROLVS).
Traducción del reverso: (Cité de Beauvais).
Historial
HUGO CAPETO
(7/03/987-24/10/996)
El milenio de los Capetos de 1987 celebró a Hugues Capet como el primer "rey de Francia" y como el primer príncipe de su dinastía.. Ninguna de estas dos proposiciones es verdadera.. Elegido en 987, Hugues ascendió a un trono ya antiguo y prestigioso, el de la monarquía fundada por Childerico y Clodoveo cinco siglos antes.. Nadie tenía la sensación de que el "Rey de Francia" sucediera al "Rey de los francos". Él mismo no era un hombre nuevo.. Al contrario, pertenecía al linaje más prestigioso del reino, después de la dinastía carolingia, el de Robert le Fort, conde de Anjou, que murió en 866 luchando contra los normandos.. Este linaje ya había dado tres reyes a Francia: Eudes (887-898), Roberto I (922-923), abuelo de Hugues, y Raoul (923-936). Nacido hacia 941, Hugues ostentaba el título de "duque de Francia" o "duque de los francos", un vago apelativo que le otorgaba una especie de preeminencia en la antigua Neustria, entre el Sena y el Loira.. Tras la muerte accidental del rey Luis V, en 987, fue preferido por los grandes a Carlos de Lorena, su competidor carolingio, gracias a la ayuda del arzobispo de Reims Adalberon y sin duda, en el fondo, con el apoyo de la Santa emperador romano. El nuevo rey dedicó los primeros años de su reinado a luchar contra su rival, que se había apoderado de Laon, la antigua capital carolingia.. Encarcelado en 990, Charles murió en 992. El ascenso de Hugo al trono se produjo en un momento en que los grandes vasallos de los países entre el Loira y el Sena comenzaban a independizarse de su soberano.. El Capeto era, pues, un rey débil, privado de los medios de una gran política.. La realeza, sin embargo, conservó una gran importancia simbólica, que situaba a su titular sin parangón frente a otros grandes: reconocido en todo el reino, hasta Barcelona, era la cabeza natural de los obispos, el interlocutor del Papa y del emperador. Las crónicas nada dicen de los últimos años del reinado. Hugues Capet murió en 996, después de haberse encargado de consagrar a su hijo mayor, Robert: fue el primer paso hacia la permanencia y la herencia de la nueva dinastía..